Recuerdo perfectamente las Navidades en las que mi hermano y yo acordamos juntar el dinero del regalo de reyes que nos hacían mis padres para un objetivo común. Así que les comentamos que no nos compraran nada por su cuenta sino que fuéramos juntos a un KYOTO que había en la Vía Julia donde vi un MSX precioso.
Yo hacia días que utilizaba uno en casa de un amigo del nuevo colegio, su padre era informático de la época en el grupo Condal Aliment y siempre tenían mucha tecnología en casa. Tener uno propio era un sueño de hacia mucho tiempo y esa era la ocasión de conseguirlo así que hable con mi hermano que aunque tenia 6 años más que yo le pareció buena idea tener un ordenador para «pegarnos vicios» a juegos de la época y a programar los nuestros propios utilizando BASIC y la microMania de la época.
Se puede decir que hay un antes y un después de mi primer ordenador en mi vida ya que el Skate y salir a patinar pasaron a un segundo plano, embriagado por un mundo que descubrir.